Castilla y León es una comunidad extensa en territorio y rica en bagaje cultural y gastronómico. Actualmente alberga una gran cantidad de bienes culturales considerados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, como por ejemplo el Camino de Santiago. ¿Conocías este curioso dato?
Pero esta Comunidad Autónoma no solo se caracteriza por su extensión y su ingente patrimonio cultural y artístico. La comida de Castilla y León es también famosa por sus platos contundentes como las carnes a la brasa, asados y guisos, perfectos para hacer frente a climas fríos. Absolutas delicias que te ayudarán a entrar en calor, especialmente durante los meses más fríos del año.
Te invitamos a conocer juntos la historia, ingredientes y curiosidades de tres platos típicos de Castilla y León. Cada uno acompañado de uno de nuestros vinos Valderivero, nacidos en el corazón de la Ribera del Duero.
3 platos típicos de Castilla y León
Cochinillo de Segovia: una marca registrada
Si piensas en Segovia, seguro que te vendrán a la mente los asados. Y es que esta provincia destaca por su buen hacer en los platos de carne. Un ejemplo sin duda alguna es el cochinillo, un plato donde priman dos ingredientes clave: buena carne y mucha paciencia a la hora de elaborarlo.
Horneado en cazuela de barro con agua y manteca durante al menos tres horas, el cochinillo que se usa para este plato suele pesar entre 4 y 6 kilos. Los ejemplares seleccionados no deben superar las tres semanas de edad, cuidando su crianza para asegurar la terneza y sabor de su carne. Es tanto el respeto que la provincia tiene por su plato emblema, que desde el año 2002 es una Marca Registrada.
Nuestro vino elegido para acompañar esta receta clásica segoviana es el Valderivero Joven. Un vino de color rojo granate, con aromas que recuerdan a la fruta roja fresca y de sabor suave en boca. Sin duda una pareja ideal para un plato que bien se hace esperar.
Chuletón de Ávila: una experiencia para dos
Ávila es una provincia de bajas temperaturas, cuya cocina no escatima en calorías para calentarnos el cuerpo y el alma. Famosa por sus carnes no podíamos dejar de mencionar uno de sus grandes clásicos; el chuletón.
Este corte de carne pensado para la parrilla, puede ser de vaca, buey o ternera. Su sabor es tan especial, que aquellos apegados a la tradición solo le añaden sal antes de ponerlas sobre las brasas. Otros un poco más osados no reniegan de agregar una pizca de tomillo y alguna que otra especia más, que le aporten un toque diferente y rústico.
Ten en cuenta algo muy importante, si deseas probar este plato típico de Ávila, ve con mucho apetito o mejor aún, bien acompañado. El corte medio suele pesar al menos 1 kilo.
Si buscas el maridaje ideal para este plato, nuestro tinto Valderivero Roble es el indicado para acompañar este potente corte a la parrilla. De buena estructura y aroma intenso, este vino color guinda picota es ideal para acompañar al clásico de Ávila en la mesa. ¿Te animas a probarlo?
Judiones de la Granja: un guiso cargado de energía
Al hablar de la cocina de Castilla y León no podíamos dejar de mencionar sus guisos. En especial los Judiones a la Granja, una receta típica de Segovia pensada para recuperar toda esa energía que el frío de esta provincia nos demanda.
Usando como base las judías blancas cultivadas en el Real Sitio de San Ildefonso (aunque realmente puedes utilizar cualquier tipo de judía para realizar esta preparación), este guiso mezcla estas legumbres con chorizo, oreja y morcilla junto con otros productos clásicos de la cocina segoviana como ajo, pimentón y cebolla. La lenta y cuidada preparación de este plato logran que al comer las judías, estas se deshagan en la boca.
Una receta clásica merece a su lado un vino con experiencia como el Valderivero Crianza. Con su color cereza intenso, un aroma a fruta confitada y sabor fuerte, es un vino ideal para acompañar un guiso de este tenor.
Tres platos no bastan
Las recetas son muchas y los clásicos unos tantos más. Sin duda esta lista puede quedar corta si pensamos en las múltiples posibilidades que la cocina de Castilla y León nos puede ofrecer. Y es que la gastronomía castellana es tan amplia, rica y variada que en este post solo hemos mencionado unos ejemplos, pero existen infinidad de otros platos castellanos populares entre los que también merecen mención especial. Entre ellos podemos destacar el botillo del Bierzo, el cabrito lechal, la chanfaina, el cocido maragato o el morañego, las patatas a la importancia, la sopa castellana o el pichón estofado. Y si eres de dulces, seguro que te encantan las famosas yemas de Santa Teresa, el bollo maimón, el tocinillo de cielo o las torrijas.
Cada plato refleja una cocina casera y cuidada, donde los sabores logran un equilibrio acertado. Ha conseguido así un sitio de referencia tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Sus sabores intensos y una tradición que acumula siglos de historia nos invitan a indagar en los secretos de sus fogones, parrillas y hornos.
Esperamos que los tres platos típicos de Castilla y León que te presentamos, acompañados por sus respectivos vinos Valderiviero, sirvan como inspiración para emprender un viaje de ida por las rutas gastronómicas de esta región.
Está claro que han sabido hacerle frente al frío de sus inviernos de la mejor manera posible, a través de una buena sazón.
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