Tomar una buena copa de vino es uno de esos pequeños placeres que en algún momento de la semana todos queremos disfrutar. Sin embargo, para muchos resulta todo un reto poder descorchar correctamente la botella sin romper el corcho o sufrir otro contratiempo. ¿A ti también te ha pasado?
En este artículo te contaremos, paso a paso, cómo abrir una botella de vino de manera sencilla y también te daremos algunos consejos extra que te permitirán realizar con éxito esta tarea sin tener ningún problema.
5 pasos para abrir una botella de vino con sacacorchos
Aunque parezca sencillo para muchos, descorchar un vino puede infundir mucho respeto. Si bien existen distintos tipos de sacacorchos, algunos muy sofisticados y otros más comunes –el de alas, el eléctrico, el de aire comprimido, etc.–, aquí vamos a centrarnos en el que seguro que es un viejo conocido de la casa, el sacacorchos de dos tiempos. Este tipo de sacacorchos es el que más se suele emplear en los restaurantes y el más común de encontrar en cualquier casa. Lo reconocerás por estar compuesto por una palanca y una espiral. Y es que este modelo se caracteriza por ser muy práctico, ocupar poco espacio y de fácil manejo. ¿Te suena?
Ahora sí, ve a buscar esa botella que hace tiempo quieres degustar y sigue este paso a paso que te ayudará a abrirla como si fueras un profesional.
1. ¿Cómo poner la botella?
Lo primero de todo es asegurarse que la botella se encuentra en posición vertical, sobre una superficie lisa y estable. Esto te ayudará a evitar movimientos bruscos que puedan mover sedimentos en el fondo del recipiente.
2. Retirar la cápsula de la punta
Una vez que hayas elegido un espacio ideal para poner tu botella, el siguiente paso consiste en retirarle la cápsula o la película que cubre la punta. Esto se hace para tener un acceso limpio al tapón. Para ello, utiliza el corta cápsulas que tiene nuestro sacacorchos, haciendo una incisión debajo del gollete o cuello. El corte debemos hacerlo sin girar la botella, y después retiramos el plástico o metal y limpiamos con un trapo, para evitar que queden restos cerca del tapón.
3. Insertamos el sacacorchos
Ahora que tienes el corcho accesible, comprueba de nuevo la estabilidad de la botella en la superficie donde quieres abrirla. Luego coloca el sacacorchos justo en el centro del tapón, introduce la espiral girando hacia la derecha hasta que logres apoyar la primera palanca, que te permitirá sacar la mitad del corcho. Una vez que des este paso, automáticamente la segunda palanca queda en posición para terminar de extraerlo.
4. Extracción final
Cuando tengas la segunda palanca en posición, presiona ligeramente la botella sobre la mesa y suavemente ve levantando el corcho hasta que salga completamente. Es importante hacerlo con cuidado y, en la medida de lo posible, en un solo movimiento.
5. Hemos abierto la botella
Como verás, el proceso es sencillo, solamente tienes que tener en cuenta los detalles y hacerlo con calma, sin prisas. Es fundamental que dejes respirar el vino una vez abierto, ya que esto ayuda a su oxigenación y, por tanto, a resaltar sus sabores y diferentes matices.
¿Cómo abrir un vino sin sacacorchos?
Tienes una botella de vino estupenda esperando a ser abierta, pero no encuentras el famoso sacacorchos. Revuelves los cajones de la cocina, buscas por todos lados y nada. A todos nos ha pasado en algún momento. Por eso, te contamos varias formas de abrir un vino sin sacacorchos que, aunque sean menos ortodoxas, son igual de efectivas. Toma nota.
Busquemos un zapato
Sí, tienes que ir a tu habitación y buscar un zapato. Aunque parezca descabellado, podemos utilizarlo para abrir la botella de vino. Lo primero que debes hacer es retirar por completo la película que cubre la corona para que quede descubierto el corcho. Luego coloca la botella en la parte inferior del calzado, y el corcho mirando hacia ti. Sostén con una mano el zapato y con otra la botella y golpea suavemente la planta contra la pared. Esto hará que el corcho vaya saliendo por la presión que ejerce el golpe sobre la botella. El truco es hacerlo con golpes secos y no muy fuertes.
Un típico cuchillo
Otra forma alternativa para abrir el vino es con un cuchillo dentado. Inserta el cuchillo en el corcho con mucho cuidado y empieza a hacer movimientos hacia adelante y hacia atrás, ejerciendo una ligera presión. De esta manera el cuchillo debería poder atravesar la totalidad del corcho y desde ahí podrás girarlo hacia adelante y hacia atrás para ir sacándolo. Haz los movimientos con cuidado para evitar que caigan trozos de corcho en el interior de la botella.
El tornillo al rescate
Por último, otra manera de abrir la botella y retirar el corcho sin perder la paciencia es con un tornillo y un martillo. Busca un tornillo, puede ser de cualquier tamaño pero preferiblemente del mismo largo que el corcho. Introdúcelo en el centro del tapón y gíralo hasta que solo sobresalga la cabeza. Luego, con la parte trasera de un martillo engancha el tornillo y extrae suavemente el corcho.
Abierto el vino, cuidemos su sabor
Ahora que ya conoces diferentes alternativas para abrir el vino –unas más tradicionales que otras– te damos algunos consejos para conservarlo de la manera más adecuada. Si has tomado una copa y quieres dejar el resto para otro día, tapa la botella con su propio corcho si está en buenas condiciones y si no, utiliza un tapón especial. Es importante mantenerla en posición vertical para que el oxígeno esté lo menos posible en contacto con el vino. Por otro lado, lo ideal es conservarlo frío en una cava o en la nevera, y si no cuentas con ninguna de las dos, trata de que esté en un lugar fresco y oscuro, donde la temperatura no supere los 22 grados.
Arte, ciencia o maña. Sea como sea, aprender cómo abrir una botella de vino y conservarla es sencillo, siempre y cuando sigas los pasos y lo hagas con calma. Si estás en busca de tu próxima botella, te invitamos a visitar nuestra tienda online en la que podrás descubrir una variedad de vinos únicos ideales para saborear en cualquier momento. Ahora sí, ya toca disfrutar de una buena copa y recuerda hacerlo con responsabilidad. ¡Salud!
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