El etiquetado de las botellas de vino puede ofrecernos una gran cantidad de información que nos puede ser de interés en múltiples ocasiones. Bien si queremos elegir un vino perfecto para maridar con un determinado menú o con algunos tipos de alimentos concretos; si queremos obtener información precisa sobre el método de elaboración del vino en cuestión: sobre la variedad o variedades de uva elegidas, sobre el lugar de procedencia del vino y su Denominación de Origen, sobre el año de cultivo y recogida de la uva que ha dado lugar a ese vino; o si queremos conocer otros aspectos más técnicos, como pueden ser su contenido en taninos, sulfitos o su graduación alcohólica; todas estas informaciones podemos encontrarlas rápidamente echando un vistazo a la etiqueta del vino.
Por ello, para ver todo lo que podemos conocer acerca de un vino con tan solo inspeccionar visualmente el exterior de la botella, hoy vamos a dedicar unos minutos a aprender a interpretar la información que contiene una etiqueta de vino.
¿Qué información contiene la etiqueta de la botella de vino?
Como ya adelantamos, el etiquetado de las botellas de vino contiene una gran cantidad de información de lo más variada. Una información que nos puede servir para hacernos una idea previa de la calidad y de las características organolépticas que podemos anticipar sobre ese vino antes de comprarlo o de consumirlo; para obtener ciertas notas o indicaciones de cata, así como recomendaciones de maridaje y servicio; o para informarnos sobre su composición nutricional, entre otras muchas otras utilidades.
Aunque algunos de estos datos contenidos en las etiquetas de las botellas de vino pueden variar de unos productores a otros, la mayoría de ellos están más o menos estandarizados, bien por obligaciones derivadas de las normas legales y sanitarias relativas a la elaboración y comercialización del vino, o bien por cuestiones relativas a criterios de mercadotecnia.
En cualquier caso, a continuación vamos a ver la información más habitual que vamos a encontrarnos, por lo general, en la etiqueta de un vino. Y como ejemplo, tomaremos como referencia el etiquetado incluido en la botella de nuestro vino Marqués del Atrio Crianza.
1. Nombre del vino
Se trata del nombre comercial o marca bajo la cual se distribuye el vino y por el que podremos buscar el vino en sucesivas compras si este ha sido de nuestro agrado. En el caso de nuestro ejemplo, el nombre del vino en cuestión sería Marqués del Atrio Crianza. Como vemos, en esta ocasión el nombre del propio vino hace referencia también a la bodega productora y a su método de vinificación y crianza.
2. Nombre de la bodega
En nuestro caso, el nombre de Marqués del Atrio hace referencia también a nuestro propio grupo bodeguero, encargado de producir este vino. Además, se incluye otra referencia a nuestra familia bodeguera, y al año y lugar de inicio de nuestra aventura: el año 1899, en Mendavia.
En el caso de vinos de importación, la información referente a la empresa importadora y distribuidora debería aparecer también en alguna parte del etiquetado de la botella, bien en la etiqueta principal o en la contraetiqueta.
3. Zona de producción y/o Denominación de Origen
La zona de producción nos ofrece una información especialmente importante sobre cualquier vino, sobre todo en el caso de vinos procedentes de regiones con grandes tradiciones vinícolas, como es el caso de los grandes vinos españoles o de los franceses. Y es que la forma tradicional de elaborar los vinos en estas regiones imprime una cierta identidad singular a estos vinos, lo que se refleja también en sus características organolépticas.
En muchos casos, además, los vinos pueden pertenecer también a una determinada Denominación de Origen, a una Indicación Geográfica Protegida, o, como en el caso de nuestro Marqués del Atrio Crianza, a una Denominación de Origen Calificada, como es la nuestra: Rioja.
4. Añada
Nos indica cuál ha sido el año de cosecha de la uva que ha dado lugar al vino en cuestión. Esto nos puede resultar interesante ya que el resultado del vino que se produce en diferentes añadas no siempre es el mismo, sobre todo por la influencia que tiene el clima de cada año en la producción de la uva. Y así, la calidad del vino e incluso ciertos matices de aroma, color o sabor pueden llegar a variar ligeramente de unas añadas a otras.
Además, la añada nos da información sobre cuánto tiempo podremos guardar el vino antes de que se nos pase su momento óptimo de consumo.
5. Variedad de uva o uvas seleccionadas para la elaboración
Esta información aparece en algún punto del etiquetado de las botellas de vino, y nos adelanta algunas características organolépticas propias de cada variedad que podríamos identificar en el vino. Cada vez es más común que los vinos españoles incluyan esta información en la etiqueta principal de la botella, una práctica más vinculada tradicionalmente al etiquetado de los vinos producidos en otros países.
En el caso de nuestro Marqués del Atrio Crianza las variedades escogidas para la elaboración serían la Tempranillo y la Graciano, dos de las uvas tradicionales de entre las que dan lugar a los mejores vinos tintos de Rioja.
6. Tipo de vino en función de su forma de vinificación y/o crianza
En el caso de las etiquetas de las botellas de vinos españoles, tradicionalmente siempre se le ha dado más importancia a la zona de producción y al método de vinificación, por encima de las variedades de uva seleccionadas.
Así, en nuestro caso el término “Crianza”, que también forma parte del nombre propio de nuestro vino, hace referencia igualmente a su método de crianza. Según los estándares marcados por la Denominación de Origen Calificada Rioja, en este caso hablamos de una crianza de al menos 24 meses, de los cuales no menos de 12 deben transcurrir en barricas de roble.
7. Texto descriptivo del vino y sus características
A menudo las bodegas incluimos también en las etiquetas unas breves líneas para describir las características del vino que con tanto esfuerzo y cariño hemos elaborado. En nuestro caso, en el etiquetado del vino tinto de Rioja Marqués del Atrio Crianza hablamos de la tradición vinícola que lleva ya más de 100 años en nuestra familia y de cómo este vino es un magnífico reflejo de todo lo que hemos aprendido durante este viaje. Del carisma y la personalidad de este vino y cómo la crianza de 12 meses en barricas de roble francés y americano ayudan a conformar sus matices y características.
8. Graduación alcohólica del vino, contenido en sulfitos y contenido en azúcares
Estas informaciones deben incluirse por ley en el etiquetado de los vinos que se producen y comercializan en nuestro país. Tanto el contenido en alcohol y el posible contenido en sulfitos, así como la concentración de azúcares en el caso de algunos vinos espumosos y gasificados.
9. Volumen de la botella y número de lote
Por último, entre los datos de obligada inclusión en el etiquetado de las botellas de vino, deben aparecer también tanto la capacidad de la botella, que por lo general será de 70 cl, como el número del lote de producción y distribución, a efectos de trazabilidad, al igual que se hace con el resto de alimentos.
Y hasta aquí llega nuestro breve resumen sobre la información que debe incluir una etiqueta de vino. No obstante, hay bodegas que incluyen otro tipo de información adicional como maridaje ideal, premios recibidos, etc. Esperamos que esta información te sirva de utilidad a la hora de comprar tu próxima botella de vino.
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