Vino | 24 septiembre 2024

¿Sabes qué es la mineralidad en el vino?

Acompáñanos en este viaje sensorial donde descubriremos por qué la mineralidad en el vino es un aspecto crucial y fascinante del mundo vitivinícola.

mineralidad vino
4 min. de lectura | por Marqués del Atrio

En el apasionante mundo del vino, hay un término que despierta curiosidad y debate entre expertos y aficionados por igual: la mineralidad. Esta característica, a menudo mencionada en catas y descripciones, añade una dimensión intrigante a la experiencia de degustar un vino. 

Pero, ¿qué significa realmente la mineralidad en el contexto del vino? Algunos la describen como una sensación que recuerda a piedras mojadas, salinidad o incluso a la frescura de una brisa marina. Es un concepto que no solo enriquece nuestro vocabulario enológico, sino que también nos invita a explorar la compleja interacción entre el terruño y la viña. Para los amantes del vino, entender la mineralidad es clave para apreciar las sutilezas y matices que cada botella puede ofrecer. Acompáñanos en este viaje sensorial donde descubriremos por qué la mineralidad es un aspecto crucial y fascinante del mundo vinícola.

¿Qué es la mineralidad en el vino?

La mineralidad en el vino es un concepto que ha capturado la imaginación y el paladar de muchos aficionados y expertos en el mundo enológico. Aunque no existe una definición única y universal, la mineralidad suele referirse a ciertas sensaciones y sabores que evocan la tierra, como notas de piedras mojadas, tiza, salinidad o incluso la frescura de una brisa marina. Es una característica que añade una intrigante dimensión al vino, proporcionando una experiencia sensorial que trasciende los sabores tradicionales de frutas y especias.

La percepción de mineralidad en un vino puede variar ampliamente entre individuos, ya que está influida por factores subjetivos y fisiológicos. Sin embargo, algunos vinos son especialmente conocidos por su mineralidad distintiva. Por ejemplo, ciertos Chablis de Borgoña, elaborados a partir de la uva Chardonnay, son reconocidos por sus notas de pedernal y tiza. Otro ejemplo es el Riesling del valle del Mosela en Alemania, que a menudo exhibe una mineralidad salina o de esquistos.

¿Qué le aporta mineralidad al vino?

Existen varias teorías sobre el origen de la mineralidad en los vinos. Una de las más comunes sugiere que la mineralidad proviene del tipo de suelo en el que crecen las vides. Terruños con alta presencia de minerales como piedra caliza o granito pueden influir en el carácter mineral del vino. Sin embargo, algunos expertos argumentan que los minerales del suelo no son directamente absorbidos por la vid ni transmitidos al vino, sugiriendo que la mineralidad podría ser más un constructo sensorial influido por la acidez, el equilibrio y otros compuestos presentes en el vino.

La mineralidad puede realzar la experiencia de degustación al aportar complejidad y frescura, a menudo equilibrando la acidez y los sabores frutales del vino. Para muchos, es un elemento esencial que añade una capa de misterio y profundidad, haciendo de cada sorbo una exploración del paisaje de donde proviene.

mineralidad del vino

¿Cómo identificar la mineralidad en el vino?

La mineralidad suele manifestarse en aromas que evocan la naturaleza. Al acercar la nariz a la copa, busca olores que te recuerden a piedras mojadas después de la lluvia, tiza o una suave brisa marina. Estos aromas pueden ser sutiles, pero con práctica, se vuelven más fáciles de identificar.

Al probar el vino, la mineralidad puede sentirse como una frescura y ligereza especial. Imagina beber agua de un manantial cristalino; esa sensación de pureza y claridad es similar a la experiencia de un vino mineral. Como ya hemos dicho anteriormente, los sabores pueden incluir notas de piedra caliza, pizarra o incluso un toque salino que aporta una textura casi calcárea.

La mineralidad no solo se trata de un aroma o sabor específico; también influye en el equilibrio general del vino. Un vino con buena mineralidad suele tener una estructura bien definida, complementando la acidez y los sabores frutales, lo que añade complejidad y profundidad.

Mineralidad en los vinos de Marqués del Atrio

Si estás buscando probar un vino que presente mineralidad, te recomendamos decantarte por nuestro Marqués del Atrio Crianza. Se trata de un vino tinto DOCa Rioja elaborado a partir de variedades Tempranillo y Graciano con un envejecimiento en barricas de roble entre 12 y 14 meses. En nariz presenta notas a frutos negros, ciruela y regaliz, además de matices especiados y recuerdos minerales. 

Gustativamente es un vino que muestra sus taninos firmes que denotan madurez y su buen cuerpo. Te recomendamos tomar este delicioso vino con quesos semicurados, productos de charcutería y carnes rojas a la brasa. 
Con estos consejos, podrás empezar a identificar la mineralidad en los vinos y disfrutar de una dimensión adicional en tus catas. Recuerda que la práctica y la experiencia son clave para desarrollar un paladar más afinado. ¡Disfruta del descubrimiento!

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