3 vinos perfectos de Marqués del Atrio para celebrar el Día de la Madre

El Día de la Madre no es solo otro día en el calendario. Hay algo en esta fecha que parece detener el tiempo y, no importa lo ocupados que estemos ni cuánto haya cambiado nuestra rutina; es un día para volver a lo sencillo, para reconocer lo que a menudo olvidamos expresar y para dejar que la emoción haga el resto.

Hay gestos que tienen el poder de convertir lo cotidiano en algo eterno: compartir una mesa, levantar una copa, dedicar un brindis. En nuestra bodega creemos que no hay mejor manera de rendir homenaje a nuestras madres y abuelas que con algo que perdure en la memoria, como lo hace un buen vino. Porque si hay algo que marida a la perfección con esos abrazos y esas risas que tanto significan es una copa que acompañe el momento con la misma sinceridad.

Por eso, hemos seleccionado 3 vinos para el Día de la Madre, de Marqués del Atrio, que reúnen lo mejor de nuestra tierra y que hoy queremos proponerte para que brindes con ella.

¿Desde cuándo se celebra el Día de la Madre?

La figura de la madre como creadora de vida se lleva festejando desde la antigüedad más remota, pero el Día de la Madre tal y como lo conocemos hoy, no surgió hasta la modernidad del siglo XX. En Estados Unidos, fue Anna Jarvis quien, tras la muerte de su madre, promovió una jornada para honrar a las mujeres que, como ella, dedicaron incontables horas a cuidar de los suyos. En 1914, se institucionalizó el segundo domingo de mayo como el Día de la Madre, y con el tiempo, cada país configuró su propia tradición. En España, el calendario sitúa la fecha el primer domingo de mayo, justo en el mes que, históricamente, también se considera el de la Virgen María. 

Celebraciones familiares para el Día de la Madre

En España, este día es una cita con la familia. Si algo caracteriza nuestra forma de vivirlo, es que no se trata únicamente de regalos. Más bien, es difícil imaginar esta jornada sin la mesa puesta y todos sentados alrededor compartiendo una larga sobremesa. Nuestra tradición gira en torno a la gratitud y la unión familiar. 

Las costumbres que acompañan este día reflejan el afecto y la importancia de la figura de las madres y las abuelas en nuestras vidas. En muchos hogares, se elabora un menú especial como homenaje a las madres, ya sea cocinando platos que ellas mismas adoran o recuperando recetas familiares que ocupan un lugar importante en la memoria colectiva.

Y luego, hacia el final, aparece ese ritual casi inevitable de los regalos. Porque aunque no sean lo más importante, tienen su papel. Las flores, las joyas y otros complementos suelen ser opciones populares, sin embargo cada vez es más común encontrar regalos que puedan disfrutarse en grupo, y en ese sentido, un buen vino ocupa un lugar privilegiado. Una botella elegida con cuidado no es solo un detalle; es una invitación a prolongar el momento, a brindar por todo lo que el día representa. 

En nuestra forma de celebrar el Día de la Madre el valor emocional pesa más que cualquier lujo. Desde un desayuno sorpresa por la mañana hasta una carta manuscrita en agradecimiento, el día está lleno de pequeños gestos de cariño. Y, para cerrar la jornada, nada une más que una sobremesa con una conversación pausada, mientras se degusta una copa de vino seleccionada especialmente para esta ocasión. Al final, lo que queda son los momentos compartidos y la certeza de haber celebrado juntos el verdadero significado del vínculo entre madres e hijos.

3 vinos de Marqués del Atrio perfectos para celebrar el Día de la Madre

Este Día de la Madre, el mejor regalo está servido en una copa. Imagínate preparando un aperitivo que le saque una sonrisa o compartiendo una mesa donde las risas y los recuerdos son el plato principal. Con nuestra selección de vinos para el Día de la Madre de Marqués del Atrio, cada sorbo se convierte en un momento único, un guiño a la tradición y al cariño que ponen las madres en todo lo que hacen. Porque celebrar con ella no es solo regalar, es dedicarle tiempo. ¡Y un brindis!

1. Marqués del Atrio Crianza

En cada botella de nuestro Crianza de Marqués del Atrio llevamos toda la esencia de la Rioja, desde las viñas hasta tu copa. Criamos nuestras uvas Tempranillo y Graciano en parcelas de Mendavia, seleccionando cada racimo con cuidado, sabiendo que la calidad empieza en los pequeños detalles. Su envejecimiento de 12 a 14 meses en barricas de roble americano y francés da como resultado un vino que entra en boca con taninos redondos y un final persistente lleno de fruta madura y un sutil toque tostado.

Cuando sirvas este Crianza, descubrirás su color rojo picota intenso y sus aromas de frutos negros, ciruela pasa y un guiño especiado que evoca regaliz. Recomendamos servirlo entre 16 y 18ºC, la temperatura ideal para que despliegue toda su riqueza. Acompáñalo con carnes rojas a la brasa, quesos semicurados o platos de charcutería, y deja que el vino haga su magia: es pura tradición que se bebe.

2. Marqués del Atrio 2 Cepas

Es un claro ejemplo de cómo nos gusta reinterpretar lo clásico. Con una base de Viura y Tempranillo Blanco, este Marqués del Atrio 2 Cepas captura la luz de nuestra tierra y la transforma en un encuentro único entre frescura y elegancia. Tras una delicada vinificación, donde cada paso busca resaltar la calidad de la uva, el vino pasa un breve tiempo en barricas de roble francés, añadiendo una capa de complejidad a su carácter fresco.

Lo primero que notarás es su brillante color pajizo y un aroma que te envuelve con notas de piña, mango, flores y un sutil toque cítrico. En boca, su textura sedosa da paso a un final persistente que invita a seguir disfrutándolo. Te sugerimos servirlo entre 6 y 8ºC, una temperatura que resalta su frescura y carácter. ¿Nuestro consejo? Marídalo con pescados a la brasa, marisco o incluso arroces contundentes. Es un vino que invita a descubrir la infinidad de matices de nuestra tierra.

3. Marqués del Atrio Rosado

Elaborado con Garnacha, reflejo de la riqueza de Mendavia, este Marqués del Atrio Rosado tiene una frescura que atrapa desde el primer momento. Tras una maceración corta y controlada, conseguimos ese característico color melocotón pálido, tan elegante como único. La fermentación a bajas temperaturas preserva los aromas intensos y vibrantes que lo definen.

Al acercar la copa, se perciben recuerdos de fruta roja, toques florales y un guiño cítrico a pomelo. En boca, su textura jugosa y su volumen equilibrado lo hacen ideal para acompañar pescados frescos, mariscos o platos de cocina oriental. Para disfrutarlo en todo su esplendor, recomendamos servirlo entre 6 y 10ºC. Es nuestra forma de invitarte a saborear cada momento.